LOCOS POR EL FUTBOL
Todavía se le ven las patadas a aquel balón de cuero que Francia e Inglaterra estrenaron el 26 de mayo de 1927. Las rozaduras de un césped alto, de los que había antes. Las arrugas del agua, pues dicen que en París era una mañana lluviosa. Y los goles, seis le metieron los ingleses al galo. La pelota en cuestión es una de las más valiosas piezas que se exhiben en la exposición “Pasión por el Fútbol”, extraída de la inmensa colección futbolera del galerista barcelonés Manel Mayoral. El 20 de febrero en el complejo El Águila del antiguo Madrid de Arganzuela se exhibió. Después, este intenso bocato di cardinale (hay unas 200 piezas; la colección de Mayoral tiene más de 4.000) se dará un paseo por la Comunidad de Madrid.
Es la de Manuel Mayoral una muestra entre la mística y la terrenalidad, el ídolo y el obrero, la ficción del domingo y la realidad de cada día. Botas de los años 20 y los 50, tacos de quita y pon, espinilleras de esparto y un balón esponjado del siglo XVIII. Justo al lado de este esférico paleolítico, pero anónimo, se puede observar una pelota de contenido espiritual: con ella se jugó el partido de ida de la Copa escocesa de 1905. El Rangers (0-3) arrasó al por entonces potente Third Lanarck.
¿Alguien conoce aquí al Third Lanarck?. Fue grande y el balón así lo atestigua: antes de perder la final contra los protestantes de Glasgow, aquel equipo había ganado dos grandes títulos de Copa en el país de las faldas masculinas.
Más títulos y mucho más dolor en su alma que una final perdida lleva el que quizá es objeto estrella de esta exposición: la bandera del luto del Manchester United. Ondeó varios días a media asta, en Old Trafford, después de aquella tragedia aérea que consumió al United tricampeón de Liga, que se llevó por delante la vida de ocho de sus jugadores en 1958.
Más allá del mito, la leyenda: carteles anunciadores de los ídolos atléticos (Luis, Ufarte, Gárate). Y para trascender la leyenda, la ficción: las tres películas de la Saeta Rubia Alfredo Di Stéfano.
Y sobre todo, el juego más allá del juego, ídolos imaginarios: juguetes de fútbol. “El fútbol es un pensamiento que se juega, más con la cabeza que con los pies”. La frase del novelista checo Milan Kundera alumbra un sinfín de futbolines, una de las partes más nutridas de la exposición: futbolines de Alemania, de los 20, de Francia, de los 40, españoles, claro. Futbolín surrealista, de cuatro porteros. Futbolín americano, que más parece una máquina de matar. Pero el fútbol no se muerte, es vida. Es pasión, o quizá más. En la muestra de Mayoral, el fútbol es auténtico arte.
Una colección generosa la suya, con unas 200 piezas de gran valor fue exhibida en España, de las cuatro o cinco mil piezas entre las que se incluyen unos 500 carteles, futbolines, juguetes, gemelos, agujas de corbata… La de Pasión por el Fútbol no tiene muchos elementos, pero sí calidad.
Cómo fue que le dio por esto? Soy un loco del fútbol. Colecciono desde niño, cuando vivía en Verdú (Lleida). Con 25 años entré en el mundo del arte y es mucho más fácil coleccionar cosas en ese mundo.
¿Alguna pieza favorita? Me apasiona la novedad. Hace unos días compré el cartel de una final de Copa, la del 63. Y guardo con cariño la bandera del luto del Manchester. Costó 9.000 euros y ahora ofrecen 30.000. Pero no la vendo. ¡Esto no tiene valor!
Hace 20 o 25 años se vendían por 1.000 pesetas piezas de fútbol que ahora no bajan de 1.000.000 (6.000 euros). La verdad, si un millonario me dijera: “Cómprame una colección igual que la tuya” no sé cuánto dinero tendría que pedirle. No me atrevería.
¿Vamos, que el fútbol es un arte, como esos cuadros que usted vende? Lo será algún día, será el octavo arte. Al menos en esta parte del coleccionismo. En lo deportivo, ya lo es. Se siente, se juega, se vive. Me emociona más un cartel de fútbol antiguo que un Dalí que nunca podría comprar.
¿Cómo trata al Madrid en su colección? Como merece. Si el Madrid, o el Barça no existieran, habría que inventarlos. Alguien me dijo: ¿Pero cómo vas a enseñar tu colección a Madrid? ¿Cómo no voy a ir a una ciudad que tanto le ha dado al fútbol? El Madrid es imprescindible para el fútbol y, por supuesto, para mi colección. Estas doscientas piezas asombraron la exposición “Pasión por el Fútbol” de Mayoral en España.
FUENTE: DIARIO AS, RADIO FULL SPORTS